Creo que
mis compañeros y yo no nos gusta quedarnos en la casa. Aunque fue un largo fin
de semana, no descansamos ni un día. Y hoy, en feriado, decidimos ir a Boca
Chica, una playa muy bonita en Santo Domingo.
!Vamos a Boca Chica!
Desde el
lugar que vivo hasta Boca Chica, nos tardó una hora y media. Seguramente mamá
me dijo que era muy cerca, pero no lo pienso así. Quizas el concepto del tiempo
sería diferente entre dos países, jaja. Me gusta mucho comparar la diferencia
entre las culturas.
De todos
modos, llegamos a la playa. Nos facinó mucho. El color, la temperatura del
agua, la profundidad baja... ¡Perfecto! Pero la hermosura de la playa duró solo
un rato. Un vendedor nos engaño. (Primero el nos dijo que podríamos usal el
parasol gratuitamente si compramos la cerveza. Pero cuando pagamos la cerveza,
el cambió la palabra y nos obligó pagar más.) Entonces, decidimos salir de ahí.
Aunque nos
ofrendimos un poco, decidimos olvidarlo y disfrutar. Entré al mar mirando el
fondo. El color es maravilloso. En mi país, no tenemos muchas playas limpias,
así que me facinó más.
La playa maravillosa
Gracias a
la recomendación de JAICA, pudimos tomar el banana bote. La velocidad me
emocionó mucho. ¡Ay qué genial! Además, el chofer del bote fue muy amable.
Quisiera tomarlo otra vez...
El restaurante italiano que visitamos
Después de
broncearme, fuimos a un restaurante. Bajo el sol, tomamos cóctel y comimos muy
bien. Fue un momento como si fueran vacaciones. Pero pronto, tuvimos que
regresar porque ya era las 4.
Tomé Cuba Libre y me encantó :D
Igualmente,
el camino de la vuelta fue muy largo. Sin embargo, fue muy interesante porque
en la guagua, vimos muchos desfiles para celebrar la victoria de Licey. Sentí
la pasión de los dominicanos por el béisbol.
La calle fue llena de gente (Había más gente que la foto)
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